Por: Francia Elena P.
El Porro lo he visto tocar personalmente, en diferentes escenarios del ámbito nacional Colombiano y he conocido por la prensa, por vídeos, noticias y por Internet, como se ha dado a conocer y ha sido aclamado en Francia, en Rusia, Australia, U.S.A, por solo mencionar algunos países en que por el idioma y la diferencia cultural, no deja de crear cierto grado de orgullo, asombro y gran alegría para los que amamos y gustamos de este "aire musical" ; y lo digo entre comillas , pues siempre he sostenido que el porro es más que un "aire musical", ya que entretejido en el, por él y con él, va una amalgama de aconteceres y de formas de expresión cultural de una población.
Este sentir y vivir el porro, que empezó en la Región Caribe Colombiana, se ha ido untando de cada rincón, pueblo o ciudad por donde ha sido llevado por los distintos artistas, orquestas y bandas, creando así diferentes estilos de interpretar el porro.
Hoy día, en la ciudad de Medellín, Colombia, se celebra también un Festival del Porro, el cual ya alcanza su versión XVIII. Lo cual resalta la ardua labor de sus organizadores, pero sobre todo de la cultura paisa de acoger, aceptar y consolidar una expresión cultural nacida en la costa Caribe colombiana, en lo que antes llamaban el Bolívar grande y que fue San Pelayo, un pueblo ribereño del Sinú, donde se cree, por las evidencias de estudios antropológicos del folclor, donde nació el porro.
Se entiende entonces, como el porro ha ido caminando y traspasando fronteras o barreras de tipo regional, cultural y de tipo geopolítico.
Hasta donde llegara? Que transformación vivirá en unas décadas?
Son interrogantes que se dejan siempre para volverlos a retomar con el paso del tiempo, ya que el porro evoluciona y se transforma.
De igual forma las experiencias nacidas dentro del Festival en Medellín y aportadas hasta el interior de la cultura pelayera, puede ser, a mi juicio, un buen y nutrido intercambio cultural de dos pueblos que se han dado a la tarea de difundir este sentir maravilloso captado en acordes musicales, llamado “porro”.
No me queda más que felicitar a los creadores y organizadores del Festival del Porro en Medellín, por creer en ese sueño y hacerlo realidad.
Esperamos seguir viendo como el porro camina de San Pelayo a Medellín y de Medellín a San Pelayo por muchísimo tiempo más.
0 comentarios:
Publicar un comentario